La gastronomía mexicana es un ejemplo de la fusión cultural que formó nuestro país. El sentimiento nacionalista mexicano surgió a partir de que los habitantes se sintieron parte de una nación y comenzaron a identificarse con elementos específicos, como lo son el lenguaje, las creencias, las tradiciones, una bandera, un himno y hasta la gastronomía y los platillos típicos.
Veracruz es la principal costa mexicana del golfo, contacto directo con el Océano Atlántico y fue también el punto de llegada de los conquistadores españoles en 1519. El aclamado puerto mexicano, antes “Villa Rica de la Vera Cruz” es un ejemplo idóneo para comprender el mestizaje culinario que tuvo lugar en nuestro país durante el periodo posterior a la conquista: el virreinato.
No importa si es en la pintoresca Boca del Río, en el soleado Tuxpan o en el caluroso puerto de Veracruz, el pescado a la veracruzana siempre ocupará el puesto protagonista en cualquier menú jarocho que valga la pena degustar.
¿Qué hace del pescado a la veracruzana un platillo tan interesante? La respuesta es simple: es única la forma en que sus ingredientes y crean un producto a partir de la combinación de sabores de mundos completamente distintos: el indígena y el español. Es precisamente eso lo que lo hace un platillo mexicano, el ser producto del mestizaje y estar enriquecido con lo mejor de dos culturas gastronómicas. De México se toman el jitomate, el chile güero y la cebolla, mientras que de España se incorporan las aceitunas, las alcaparras y el orégano.
El platillo se prepara normalmente con filete de huachinango, pues es un pescado muy común en la zona del golfo y tiene una gran importancia comercial en Veracruz, así como se caracteriza por un sabor fresco y sabroso. El pescado se cuece y a la hora de servir se acompaña con una salsa roja de jitomate que a su vez tiene cebolla, aceitunas, alcaparras, pimientos y chiles güeros en escabeche. Normalmente se sirve con arroz blanco y es un guiso idóneo para degustar en la playa o en un día de mucho calor.
Además de ser un ejemplo de que nuestra identidad mexicana se basa en la diversidad y en el mestizaje, el pescado a la veracruzana es una de esas recetas que nos sorprenden con su simplicidad, que no excluye el que sea un platillo con gran sabor y que con un buen sazón, cada bocado se convierte en un paraíso.
Si te animas a prepararlo para tu próxima comida, te recomiendo la receta que propone «Cocina Delirante«.
Foto principal: Facebook Mario Meave, Cabo Connections