México siempre se ha caracterizado por ser un país colorido, que ante el dolor y la muerte pinta todo de los más vibrantes matices. Un país con una rica gastronomía, donde cada estado es un mundo culinario y sus sabores son tan variados que van desde el más picoso chile habanero hasta la más tierna alegría para endulzarse la vida. Un país celoso de sus tradiciones, que, pese al tiempo y la influencia de la conquista española, ha preservado sus costumbres y festividades.
Todo eso lo refleja a la perfección Sofía Félix Smith en su artículo “De chile, mole y pozole”, publicado por Mexicanísimo en el número 118 de la revista que salió el mes pasado y en el que se resaltan los elementos principales del folclor mexicano y de su cultura, aspectos que nos permiten decir que México está de moda.
De entre todos esos detalles, México ha destacado por la riqueza de sus valores, que están en boca de todos; como la solidaridad de la que hicimos gala en ambos terremotos del 19 de septiembre, la hospitalidad que quienes vienen de lejos reconocen en nuestra gente o la fraternidad que nos hace formar familia de corazón.
Sin embargo, en los últimos días, nos hemos dado cuenta de que los rumores, las noticias falsas y la incertidumbre ante la llegada de la caravana migrante han hecho que nuestros valores más sobresalientes sean opacados y que en su lugar surjan sentimientos de intolerancia y rencor.
Es verdad que el fenómeno nos desconcierta a todos y que la actitud de ciertos migrantes no siempre ha sido la mejor, pero no podemos dejar llevar por visiones pesimistas, ni mucho menos generalizar y juzgar a todos por igual. Debemos hacer uso de los valores que tanto nos caracterizan y priorizar la empatía para comprender la situación por la que están pasando; la hospitalidad, para que al menos a su paso no se sientan como intrusos; y la fraternidad, para retomar esos lazos de hermandad que durante años nos han unido a nuestros amigos latinos.
Solo es cuestión de tratarlos como nos gustaría que trataran a ese pariente que, por necesidad, tuvo que irse a Estados Unidos, y recordar que, tarde o temprano, todos necesitamos de todos. Hagamos que México siga de moda por sus valores.
Foto: «México: Visita in loco Relatorías Migrantes» por Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CC BY 2.0.