El pasado 12 de noviembre falleció Stanley Martin Lieber, mejor conocido como Stan Lee, el famoso escritor, editor de cómics e inventor de personajes de historietas. Su fama no es gratuita, pues de su imaginación (a veces en solitario, a veces en colaboración) surgieron superhéroes de la talla de Spider-Man, Hulk, Iron Man y Los 4 Fantásticos. En historietas, en series y en películas de muy alto presupuesto, la herencia de Stan Lee seguirá viva durante muchas décadas más.
Sin embargo, y a propósito de superhombres y mitologías, en México también hace aire. Aunque la industria del cómic en nuestro país es más modesta que la del vecino del norte, no por ello carece de importancia, de tradición y, sobre todo, de personajes.
Tanto en medios impresos como en películas, radio y televisión, e incluso en la vida diaria, en México se han llegado a arraigar distintos héroes de ficción, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo pasado. A veces con características bobaliconas, a veces en tono de farsa, a veces también tratando de ser serios (en ocasiones sin lograrlo), la lista incluye a El Látigo, El Ametralladora, El Charro Negro, Cruz Diablo, Calibre 44, Martín Corona y Piporro, Kalimán, Chanoc, el Águila Solitaria, Zooman, El mil chistes, Tuntuk, Zovek, Zor y los Invencibles, El Pantera, el Ratón Crispín, Alejandro Suárez en su papel de Supermán en La Carabina de Ambrosio, así como Carlos Ignacio y Eduardo Palomo como Batman y Robin en No empujen, el Chapulín Colorado, el detective Héctor Belascoarán Shayne, el Capitán Mantarraya, el Capitán Fantasma, Tunco Maclovio, Alex Dínamo, Santo, Blue Demon, Huracán Ramírez… y la lista sigue.
Veamos brevemente a algunos de ellos:
El Chapulín Colorado
Fue creado por el escritor Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, como una parodia a los invencibles superhéroes norteamericanos. Se transmitió por primera vez en 1970, un simple segmento del programa Los supergenios de la mesa cuadrada, una emisión derivada a su vez de Sábados de la fortuna. Los supergenios se volvió entrañable gracias a su dinámica: en torno a una mesa, se sentaban el Doctor Chespirito Chapatín, la Mococha Pechocha (María Antonieta de las Nieves), el Ingeniebrio Ramón Valdés y Tirado Alanís, y el profesor Rubén Aguirre y Jirafales, quienes leían las cartas de los televidentes y daban sus opiniones acerca de los problemas que les contaban en dichas misivas.
Desde su primera y pequeña aparición, el Chapulín tuvo tanto éxito que permaneció en la pantalla por más de veinte años. Su arma era el Chipote Chillón, y algunas de sus habilidades, encogerse gracias a sus pastillas de Chiquitolina y ser más ágil que una tortuga.
El Santo
Tal vez el más emblemático de todos nuestros héroes, «El Enmascarado de Plata» fue un luchador profesional que, gracias a su fama, se convirtió en artista de cine y fotonovelas. Su nombre real fue Rodolfo Guzmán Huerta y nació en Tulancingo, Hidalgo, en 1917. Entre 1958, cuando estelarizó la cinta Santo contra el cerebro del mal, hasta 1982, en La furia de los karatecas, apareció en cerca de 55 películas, en las que combatió a brujas, momias, vampiros, extraterrestres, demonios y decenas de delincuentes comunes.
Como una curiosidad, hay que decir que, en 1973, se filmó una película en Turquía, en la cual aparece “El Santo”, es decir, un imitador del luchador. Lo notable de la situación es que en la historia, el mexicano (que fue interpretado por el actor turco Yavuz Selekma) une fuerzas con el Capitán América para combatir a un malvado Hombre Araña que ha desatado el terror en la ciudad de Estambul. Ni Rodolfo Guzmán Huerta ni mucho menos Marvel dieron autorización para ello. La película se llama 3 dev adam, en inglés Three Giant Men y en español, Tres hombres poderosos.
Kalimán
“Caballero con los hombres, galante con las mujeres, tierno con los niños, implacable con los malvados. Así es… ¡Kalimán! El hombre increíble”. El personaje nació en 1963 dentro de un programa de radio que se transmitió por Radio Cadena Nacional, bajo la dirección de Rafael Cutberto Navarro. El creador oficial de este héroe fue Víctor Fox, aunque en realidad este nombre era simplemente un pseudónimo, tras el cual se encontraba Héctor González Dueñas, un famoso guionista de radio.
Kalimán (ese hombre misterioso y el séptimo descendiente de la dinastía de la diosa Kali) era interpretado por el magnífico Luis Manuel Pelayo, en tanto que la voz de Solín, su pequeño acompañante y con sangre de faraones en las venas, le pertenecía al entonces niño Luis de Alba.
Fue tal su éxito que de la radio saltó al papel. Su época dorada la encabezó Víctor Fox. Tras su partida, Modesto Vásquez, colaborador del programa, quedó como la gran mente creativa, aunque el personaje perdió fuerza con rapidez. En sus años de gloria, y a la par de Kalimán, Héctor González Dueñas creó a otro héroe que, en su momento, gozó de relativa popularidad: Águila Solitaria, un indígena norteamericano, que incluso llegó a enfrentarse con Búfalo Bill, quien poseía el secreto de vuelo de las águilas.
Alex Dínamo
Nuestro particular y mexicano James Bond. El periodista y novelista inglés Ian Fleming creó al famoso Agente 007 en 1953. Su primera aparición pública fue en la novela Casino Royale, en la que de inmediato se perfiló la personalidad aventurera, seductora e infalible del espía británico. En un principio, Fleming escribió una serie de novelas cortas y algunos cuentos en torno a Bond, pero conforme su creación adquirió fama, su pluma se agilizó. En total, publicaría doce novelas y dos colecciones de historias cortas. Sin embargo, tras su muerte, se han publicado cerca de 30 novelas autorizadas sobre el personaje.
Como casi siempre sucede, tras el enorme éxito de las películas, surgieron con rapidez versiones locales del espía. En México, el actor Julio Alemán, quien ya gozaba de popularidad y tenía fama de galán, fue el encargado de encarnarlo. Así lo hizo en 1967, en la cinta SOS, Operación Bikini, dirigida por René Cardona Jr. Con un elenco que incluía a llamativas mujeres, como Sonia Furió, Sonia Infante e Isela Vega, la película tuvo tanto éxito que se pensó en convertirla en una franquicia. Por desgracia, la segunda parte, ¡Peligro…! Mujeres en Acción, fue un rotundo fracaso y la idea simplemente se olvidó.
El Profesor Zovek
Quién habría de decir que aquel enfermizo, flaco y enfermizo niño llamado Francisco Xavier Chapa del Bosque, nacido el 13 de abril de 1940 en la ciudad de Torreón, habría de convertirse en el enigmático escapista, luchador y boxeador conocido simplemente como Profesor Zovek, pero así fue.
A base de entrenamiento con tablas y tabiques, así como una imbatible voluntad de acero, Francisco Xavier se levantó de la silla de ruedas a la que parecía estar condenado de por vida. Tanto se fortaleció que, en su madurez presumía una condición física a prueba de todo. Implantó un récord mundial: realizó ocho mil 350 abdominales de forma consecutivas y ante las cámaras. Jalaba autos y camiones con los dientes, o bien detenía motocicletas en movimiento. De él se decía que era tan fuerte como Bruce Lee.
Completó su entrenamiento con la práctica de artes marciales, lucha libre y yoga; también con el estudio de la psicología, de la filosofía zen, de la telepatía, del mentalismo y de la magia. Él mismo aseguraba que no existía camisa de fuerza, caja fuerte, cadena, candado o cajas de agua de la que no pudiera liberarse.
La única mancha en su expediente fue la que aseguraba que él en persona había entrenado al grupo paramilitar de Los Halcones, mismo que fue responsable de la Masacre de Corpus o Halconazo, del 10 de junio de 1971.
Zovek falleció en 1972. Ante más de cuatro mil personas, en el municipio de Cuautitlán, debía descender por una cuerda de diez metros de longitud, la cual se encontraba sujeta a un helicóptero. A la mitad del descenso, y sin mayor aviso, la nave se desestabilizó y el profesor cayó de una altura de treinta metros.
Fotos:
- «Chapulin Colorado Animado Logo» por Televisa, CC BY-SA 4.0.
- «P1050155» por ricardo, CC BY 2.0.