Aunque los destinos favoritos de todos en México generalmente están por encima del nivel del suelo, ya sean playas, ruinas o ciudades, aquí les presentamos una opción alternativa de turismo que está poco difundida entre los que quieren explorar el país: el turismo minero. Como bien saben, durante la Colonia, la Nueva España fue una fuente interminable de plata y otros minerales valiosos para los conquistadores europeos. Hasta el día de hoy, las minas que proveían a los reyes de riqueza infinita siguen en pie, aunque ya no se usen, y son destinos muy recomendables para los que gusten de visitar sitios importantes, llenos de historia.
Real del Monte, Hidalgo
Es imposible empezar una lista como esta con una opción diferente a Real del Monte, uno de los Pueblos Mágicos más populares en nuestro país, que se encuentra en el estado de Hidalgo. En él podrán vivir la experiencia completa de un minero de la época colonial, gracias al Museo de Sitio Mina de Acosta, en el que se lanzarán en un viaje a través de la historia de esta actividad fundamental para la economía del virreinato. La mina de Acosta fue inaugurada en 1727 y continuó hasta 1985, cuando fue convertida en museo. Es posible entrar a sus túneles para entender la realidad de los que trabajaban en las entrañas de la tierra, buscando minerales preciosos. El recorrido corre a cargo de guías especializados, para evitar que haya percances, y tiene un costo de $40 pesos, $30 si se cuenta con descuento de estudiante, maestros o INAPAM. También pueden visitar otro museo minero de la zona: ubicado en la Mina La Dificultad, a 15 minutos a pie.
Minas de ópalo, Querétaro
A diferencia de Real del Monte, estas minas se encuentran al aire libre y sigue en funcionamiento. Se encuentran en el cerro de la Trinidad, a un costado del pueblo del mismo nombre y en el estado de Querétaro. Pueden tomar uno de los tours de 4 horas de duración, que incluyen transporte en camioneta 4×4 al cerro; un recorrido guiado por las instalaciones de las minas, que están especializadas en la extracción de la piedra semipreciosa llamada ópalo, de colores cálidos; visitas a los talleres y a la tienda del lugar. Pueden recoger sus propias muestras de ópalo a lo largo del trayecto y, una vez terminado, hay una degustación de vino y aderezos. Es una experiencia muy completa que no se pueden perder, tiene un costo de $450 pesos, $300 para niños de 4 a 12 años.
La Valenciana, Guanajuato
Una de las minas más antiguas que hay en nuestro país y también de las más grandes que hubo en la Colonia, La Valenciana fue descubierta a mediados del siglo XVI y fue la principal productora de plata del virreinato. Se encuentra a menos de 15 minutos en coche del centro de Guanajuato y cuenta con un museo en que se explica la trayectoria de la mina y de la actividad minera en el país. La Valenciana fue testigo de los movimientos sociales más importantes de la historia mexicana, tanto la Independencia como la Revolución, y tiene mucho que contarle a los que la visitan. Pueden descender a los túneles de la mina, pero el recorrido es pesado, pues hay muchas escaleras, y no se lo recomendamos a los claustrofóbicos. Si prefieren los espacios abiertos, pueden visitar el Templo de San Cayetano, con su genial arquitectura churrigueresca, que por sí sola justifica el viaje.
Real de Catorce, San Luis Potosí
Otra de las capitales mineras de la Colonia, hay quienes dicen que Real de Catorce nació empezó con sus actividades en 1639, otros la consideran oficialmente inaugurada hasta 1772. Su importancia radicó en la variedad de minerales que se extraían de sus muchos túneles: plata, azufre, plomo, cobre y mercurio. Real de Catorce fue nombrado Pueblo Mágico en 2001, su principal atractivo es que hoy en día es un pueblo fantasma, consecuencia del abandono de los dueños cuando los costos de mantener una mina se volvieron impagables a principios del siglo XX. Una vez que ellos se fueron, les siguieron los habitantes del pueblo, que dependían de la riqueza extraída de la mina. Es un lugar en el que el tiempo se detuvo, lo que lo ha convertido en un destino turístico sumamente popular en nuestro país.
El Edén, Zacatecas
Finalmente, en Zacatecas se encuentra la mina de El Edén, especializada en la extracción de plata y oro. Aunque su historia se remonta al siglo XVI, desde 1975 fue convertida en museo, uno que ofrece recorridos por el interior de los túneles mineros y que reconstruye de manera impresionante lo que era tener este trabajo en tiempos coloniales. Sin embargo, también cuenta con los servicios necesarios para la comodidad de cualquier turista, como tiendas de suvenir y dos áreas de comida, para que no pasen hambre bajo tierra, así como las exposiciones del museo, que incluyen minerales extraídos en México y en el extranjero. Es la última en la lista, pero no por eso la menos importante. Es un destino imperdible para los aficionados a la historia mexicana y que quieran entender cómo era la vida en los siglos de dominio español.
Foto: «Mexiq, Real de Catorce» por Graham Styles, CC BY 2.0.