A escasas tres horas y media de la Ciudad de México, inmerso en el paisaje desértico guanajuatense, San Miguel de Allende se ha convertido en uno de los destinos turísticos favoritos de los chilangos, que intercambian el caos automovilístico de la capital por caminatas apacibles a través del centro de este Pueblo Mágico. Por lo mismo, no es sorpresa que su popularidad creciera significativamente en años recientes, pero por si acaso eres de esos que sigue sin experimentar la magia de San Miguel, aquí te presentamos argumentos para que vayas en cuanto puedas.
La vista
Todo es bonito en el centro de San Miguel de Allende. Si tu visita constara únicamente de sentarte en la Plaza Principal a comer elotes, helados y ver gente pasar, no sería un viaje desperdiciado. Los colores brillantes de los edificios, las calles de piedra y los árboles altos que enmarcan los edificios tienen un efecto hipnótico que hace que te enamores de la ciudad. Pero mejor lleva unos zapatos cómodos, gorra y un celular con la batería llena, porque las oportunidades para tomar buenas fotografías están por todas partes en San Miguel. Especialmente si te das una vuelta por edificios como la Parroquia de San Miguel Arcángel, a un costado de la Plaza Principal, o el Instituto Allende, una escuela de arte que también funge como salón de eventos y bodas.
Vida cultural
A kilómetro y medio de la plaza central se encuentra La Aurora, una antigua fábrica textil convertida en galería de arte y diseño. Sus pasillos son ideales para pasar el día deambulando en busca de pinturas, esculturas y artesanías para llevar de regreso a tu casa, además cuenta con dos cafés y dos restaurantes –uno de hamburguesas–, ideales para alargar tu estancia lo más posible. La Aurora es la galería más grande y famosa de San Miguel, pero es una de muchas, pues la ciudad se ha convertido en un punto importante de producción artística. Evidencia de esto es la existencia del Instituto Allende, ofrece talleres y una licenciatura en artes visuales. Así que si caminas por las calles de San Miguel, seguramente terminarás frente a frente con una galería, te invitamos a que entres y admires el trabajo que los artistas guanajuatenses están produciendo en una de las ciudades más creativas de México.
Comida y bebida
Como buen destino turístico, a San Miguel no podía faltarle tener restaurantes y bares de gran calidad. Abundan los restaurantes de autor, como El Áperi y Jacinto 1930, muy reconocidos y a pocas cuadras del centro, o Zumo, que está un poco más retirado. Estas opciones son caras, pero lo bueno de San Miguel es que hay algo para todo presupuesto, así que los restaurantes pequeños y accesibles abundan por todo el centro. Incluso si buscas solo tomar unas cervezas y ver el atardecer, probablemente hay pocos o ningún destino en México que sea mejor que San Miguel para hacerlo, especialmente en una de sus muchas terraza/bares, con vistas espectaculares. Estas ofrecen selecciones muy buenas de cervezas artesanales, incluidas las cuatro variedades –Golden Ale, Brown Ale, Witbier y Agave Lager– de la cerveza local del Pueblo Mágico: Cervecería Allende. Esta empresa 100% mexicana y orgullosamente nacida en San Miguel (su logo incluye un dibujo en blanco y negro de la Parroquia de San Miguel Arcángel) tiene su sede en una fábrica muy cerca del centro, con capacidad para producir cerca de 2,400 botellas cada hora y que puede rentarse como salón de eventos. Su pasión por hacer cerveza es equivalente a la pasión que nos distingue a los mexicanos, por eso su proceso de elaboración mantiene unos estándares muy altos de calidad y cuidado.
Vida nocturna
Finalmente, ya que pasaste el día recorriendo las calles de San Miguel, curioseando en sus galerías de arte, comiendo delicias guanajuatenses e internacionales, y tomando unas cervezas mientras admiras la arquitectura barroca desde las alturas, podrías querer seguir la fiesta hasta la madrugada. Por suerte, no todo es pintoresco en esta ciudad, que cuenta con antros en los que puedes pasar la noche bailando hasta que salga el sol. Algunos de los más conocidos y ruidosos son El Grito y Mint, donde probablemente te toparás con otros chilangos de fin de semana en Guanajuato. El Limerick, en cambio, es ideal para jugar billar y seguir llenándote de cervezas. Pero si quieres una experiencia más silenciosa, para platicar con los amigos, El Tres y Hank’s Bar te gustarán.
Así que la próxima vez que quieras huir del concreto gris que inunda nuestra ciudad, planea tu ruta de escape a las calles soleadas de San Miguel de Allende, en Mexicanísimo te aseguramos que no te vas a arrepentir.
Con información de Cervecería Allende.