Si ya estás cansado de los mismos restaurantes en la Condesa y en la Roma (que aunque ya sabemos que en estas colonias siempre hay lugares nuevos por descubrir, se vale decir ¡ya, chole!), te recomiendo que explores la Santa María la Ribera. Esta hermosa colonia es una de las más antiguas y tradicionales de la Ciudad de México. Es maravilloso ir por sus calles descubriendo los edificios porfirianos, asomarte en las rejas y vislumbrar los amplios patios de las vecindades de principios del siglo XX; admirar los detalles de la herrería en puertas y ventanas; y confirmar la esencia de barrio que aún conserva esta colonia. Todas sus calles de una u otra forma te llevan al Quiosco Morisco, el corazón de este barrio que en los últimos años se ha ido popularizado, incluso hipsterizando. Resultado de ello es la apertura de nuevos restaurantes, bares, cantinas y terrazas con una oferta gastronómica digna de cualquier sibarita.
Me di a la sufrida tarea de visitar dos lugares no tan nuevos, pero sí deliciosos, que les recomiendo ampliamente si quieren tener una experiencia culinaria que despierte todos sus sentidos.
Oaxaca aquí
Esta pequeña sucursal de Oaxaca en la Ciudad de México cumple con las tres “B”: bueno, bonito y barato. Dentro de su oferta podrás encontrar las clásicas tlayudas con quesillo o tasajo, enchiladas de coloradito o de mole negro, crema de frijol o sopa de tortilla, por mencionar solo algunos de sus platillos. Las aguas frescas son la gloria, te recomiendo la de tamarindo, totalmente natural. Y cuando veas los precios la comida te sabrá mejor, pues por menos de $200 pesos podrás comer como auténtico rey.
Este rinconcito oaxaqueño además vende mezcal, el clásico chocolate mayordomo, cacahuates, mole y demás productos para llevar a casa.
Si vas en fin de semana, te sugiero llegar temprano (entre 1 o 2 pm) pues se llena bastante. Eso sí, aunque hagas fila no esperarás más de 15 minutos.
¿Dónde?
Dr. Atl #205, Santa María la Ribera
María ciento 38
Escondido en una casona del siglo XIX se encuentra este oasis siciliano. Se trata del restaurante María ciento 38, ubicado precisamente en ese número de la calle Santa María. Un largo pasillo con plantas, un loro y una banquita de madera te adentra al patio central de la casa, en donde te sorprenderás del agradable jardín que te recibe. Mesitas de madera, más plantas, flores, adornos vintage y reciclados son el sello decorativo de
este restaurante. Su menú es auténticamente siciliano y delicioso, ninguno de sus platillos te defraudará, pero lo que más me gustó fue la pizza de prosciutto y arúgula (¡un verdadero manjar!).
Las pastas y ensaladas también son exquisitas… los postres, un regalo para el paladar. En fin, lo que pruebes aquí será un viaje a esta isla mediterránea.
No dejes de probar la cerveza artesanal o uno de los vinos de la casa, mientras disfrutas del trío de música y de un ambiente de relajación absoluta.
¿Dónde?
Santa María la Ribera #138, col. Santa María la Ribera