La prensa se tiñe de tinta roja y amarilla. En sus encabezados hemos leído: “La cosa está de la belga” acompañada de una imagen desoladora de dos mujeres ensangrentadas en el aeropuerto de Bégica, tras los ataques terroristas a estas instalaciones. En otro se lee: “Se lo cargan”, título que ilustra a un cuerpo sin vida dentro de una camioneta… Las frases cargadas de una ironía doliente y las imágenes bañadas de muerte son hoy nuestro pan de cada día, se han convertido en el paisaje de nuestro caminar a la oficina o a la escuela, ¿nos irritan?, ¿nos duelen?, ¿nos molestan?… Me lo pregunto mientras en el transporte público se escucha en el radio la voz de un locutor dando la noticias: “El juez federal Anuar González resolvió que Diego Cruz uno de los implicados en la violación a la menor Daphne Fernández, no tenía la intención de llegar a la cópula vaginal, anal ni oral, porque los tocamientos se hicieron sin lascivia”. La expresión de los demás en el transporte es indiferente a lo que escuchan, llegarán a su destino sin preocuparse que el caso de Daphne pudo ser el de sus hijas, amigas, hermanas o novias. La violencia en todas y cada una de sus manifestaciones se ha instalado en nuestras vidas, en nuestro hablar, en nuestros movimientos corporales, en nuestra forma de ver el mundo, en nuestro pensar. Somos autómatas de la violencia, estamos conscientes de ello y sin embargo no hacemos nada. ¿Qué somos, entonces? ¿Víctimas o victimarios?
Así como la violencia se ha apoderado de nuestra vida, Iván Trueta en su exposición “Hágalo usted mismo”, se adueña de ella y la lleva, con toda esa carga de ironía y burla socarrona, a una serie de dibujos protagonizados por él mismo. Como si fuera una coreografía mecánica aparece en doce pasos autosecuestrándose, autoencapuchándose y metiéndose a la cajuela de un automóvil.
En otras escenas él se vuelve el agresor. El realismo (casi hiperrealismo) de sus trazos potencializa la violencia de gestos y movimientos que hemos visto en los rostros de muchos y que, sin embargo, no nos cimbran como lo hacen en el lienzo de Trueta, quien logra si no transformarnos como espectadores, sí invitarnos a la reflexión de, como afirma Enrique Díaz Álvarez, “hasta qué grado nos hemos acostumbrado a convivir con la tragedia y normalizar lo extraordinario”.
“Hágalo usted mismo”
¿Dónde?: Museo de Arte Carrillo Gil. Av. Revolución 1608, San Ángel
¿Cuándo?: Hasta el 9 de julio de 2017