Tal vez hemos oído hablar de él o escuchado alguna de sus interpretaciones, pero quizá no es tan sabido que este mexicano es considerado uno de los mayores artistas a nivel mundial en su instrumento e invitado a salas de conciertos en todo el mundo para transmitir la belleza de su música. Horacio Franco es un privilegio para este país, por eso, la charla para el programa de televisión que realizamos con Canal México nos abrió la puerta para descubrirlo, en un evento de extraordinaria sencillez y apertura que le agradecemos.
Oriundo de la capitalina colonia Portales, Franco descubrió a Mozart en la secundaria y se volvió fanático de la música considerada culta. Es, sin duda alguna, el mayor logro de los programas de flauta dulce que desde los setenta se implantaron en las secundarias del país. Horacio encontró en la música la magia y descubrió su enorme capacidad para el instrumento que hoy lo identifica. Séptimo de siete hijos, hijo de un trabajador de la cantina La Montañesa, en Palma, en el centro de la ciudad, Horacio comprobó que había nacido para la música. “Somos música desde el vientre materno, donde se nos arrulla con latidos rítmicos”.
Tras el descubrimiento, pudo entrar a estudiar violín en el Conservatorio Nacional a los 13 años, pese a que se le consideraba “muy viejo”; además, eligió el violín porque no había programas para estudiar flauta dulce. Un año más tarde, dio su primer concierto en Bellas Artes, a los 14 años, como solista de la Orquesta de Cámara del Conservatorio.
Sin embargo, como él mismo reconoce: “No podía seguir siendo eternamente autodidacta en la flauta, porque la música europea requería leer el lenguaje de la música, así que a los 16 pude ahorrar e irme a Holanda, en 1981”. Para entonces ya era maestro en el Conservatorio. En Ámsterdam cayó en la que él considera la mejor escuela del mundo y se encontró en el sitio ideal que le impuso los rigores de la música. “Nunca había visto tantos flautistas tan extraordinarios juntos, había que ponerse a trabajar”.
Y ese trabajo es, aunque muchos lo duden, muy exigente intelectual y físicamente. “Los músicos deberíamos ser considerados atletas de alto rendimiento. Un programa completo, con algún instrumento, requiere una preparación intensa”.
Viajero musical
Aunque le encanta viajar y recorrió con sus conciertos muchos lugares durante años, reconoce que ahora lo hace menos y se ha dedicado con más fuerza a la dirección. Conduce el grupo Capella Barroca de México, el primero en su categoría en tener instrumentos barrocos originales en el país. También participa y apoya en todos los proyectos que puede, por eso se le encuentra por igual en las salas de concierto y tocando música popular en las escuelas, por eso sabe de lo que habla cuando analiza nuestros recintos musicales:
“Dentro de las mejores salas de México está, obviamente, la Sala Nezahualcóyotl; en León tienen una nueva, dentro del Fórum Cultural Guanajuato, de gran acústica; la Sala Blas Galindo; la sinagoga en Justo Sierra o la iglesia de la Plaza de la Santa Veracruz, ambas en el centro de la ciudad de México; la Casa del Tiempo, de la UAM; pero hay una en Querétaro, en Juriquilla, una sala maravillosa, casi desconocida, en el CAC (Centro Académico Cultural) de la UNAM. La de Xalapa dicen que es excelente, pero aún no me han invitado”.
Y, sin embargo, Horacio habla de democratizar la música: “Hay mucho por hacer, en los últimos años he dado 40 o 50 conciertos por año en secundarias, a chavitos. Ahí aprendes que la música debe sonar siempre y hay que sacar lo mejor donde estás, adaptándote. También hay que desarrollar la impresionante sensibilidad artística de los mexicanos, porque en este país hay capacidad artística a montones. Por eso hay que ir ahí, y a los pueblos, a las comunidades de la sierra. Hay que sacar lo que tenemos, que es muchísimo. Ese ha sido mi compromiso en los últimos años”.
También, agrega, “nos falta entrar a los archivos de las iglesias para rescatar obras de los últimos cinco siglos, para que no se pierda o para que no se vaya a otro país”.
Y, finalmente, nos deja con su música, la cual puedes disfrutar en muchas de sus producciones o acercarte al programa de Mexicanísimo y Canal México, para que descubras a este mexicano excepcional, un artista de primer nivel.