El “Charro Cantor”, el “Charro Inmortal”, nació el 30 de noviembre de 1911 en Guanajuato, Guanajuato. De niño vivió en León y en la Ciudad de México, donde estudió en el Colegio Alemán del que recibió el grado de bachiller en Ciencias y Letras. A los 14 años ingresó a la Escuela de Administración del Colegio Militar, de la que se graduó cuatro años después como teniente de Intendencia, sin embargo, pronto pidió su baja militar para buscar suerte en el campo artístico. De acuerdo con su hija, Diana Negrete, ya desde aquellos años era un alumno muy popular cuando se reunían alrededor de una hoguera para cantar, las canciones de moda.
Viajó a Nueva York para continuar su carrera y pronto consiguió contratos para cantar arias, óperas, operetas, baladas y temas clásicos, en programas de la National Broadcast Company (NBC), además conoció a un agente de la Warner Bros., que se dedicaba a la filmación de cortos de carácter latinoamericano. En 1936, grabó sus primeras canciones en una película, acompañado por la orquesta del cubano Eliseo Grenet. De regreso en México debutó en el Teatro Iris con la ópera Payasos de Leoncavallo.
En 1937, el productor Gonzalo Elvira lo contrató para filmar La madrina del diablo –junto a María Fernanda Ibáñez, hija de la actriz Sara García–, película con la que nació un nuevo personaje encarnado y creado por Jorge Negrete: el “Charro Cantor”. Con esta película, inició una de las más grandes carreras del cine nacional.
El año 1941 fue el definitivo, ya que se consagró con ¡Ay, Jalisco, no te rajes!, filme que rompió todos los récords de taquilla en México y América Latina, y con la cual fue reconocido como mejor actor del año.
Durante su carrera, actuó junto a famosas artistas como Gloria Marín (su primera esposa), Libertad Lamarque, Amanda Ledesma y María Félix, entre otras. Negrete fue un ídolo indiscutible en México, España, Japón, Estados Unidos, el Caribe, Centro y Sudamérica.
En 1943, inició su actividad sindical y formó una organización autónoma que reunía a todos los trabajadores de la industria cinematográfica nacional y logró el primer contrato colectivo de trabajo.
Falleció el 5 de diciembre de 1953 en el Hospital Cedros del Líbano, en la ciudad de Los Ángeles, California. Ese día fue declarado duelo nacional y se cumplieron cinco minutos de silencio en todos los cines mexicanos.