En 1901, el presidente Porfirio Díaz creó el Palacio de las Comunicaciones como sede de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas buscando, al mismo tiempo, generar un símbolo arquitectónico del progreso del país. El 11 de junio de 1902, se contrató al arquitecto Silvio Contri y para 1904 dieron inicio los trabajos de construcción que culminaron hasta 1911. La corriente elegida por Contri involucraba formas y estilos del pasado, en especial del eclecticismo, característico del siglo XIX.
La decoración del edificio estuvo a cargo de la casa artística de la familia florentina Coppedé, quienes diseñaron los picaportes, el biselado de vidrios, los emplomados, el labrado de piedra, los muebles, las lámparas y la herrería, y muchos otros elementos entre los que destacan las obras del Salón de Recepciones y las esculturas del Patio de los Leones.
La belleza y versatilidad del edificio permitieron su uso posterior como Archivo General de la Nación y como Museo Nacional de Arte, a partir de 1982. El inmueble se adecuó tecnológicamente para dar a las obras de arte un entorno adecuado en aspectos como control de temperatura, humedad, iluminación y almacenamiento, así como disponibilidad de espacios de exhibición que posibilitaran trabajar con los postulados de la museología contemporánea. En el año 2000, el Museo Nacional de Arte reabrió sus puertas al público como el MUNAL.
Actualmente, este recinto organiza la presentación de su acervo a través del recorrido histórico artístico permanente distribuido en 33 salas. En él, se ofrece una visión global y sintetizada de la historia del arte mexicano desde el siglo XVI hasta la década de 1950. Las salas están dispuestas cronológicamente y en ellas se introducen novedades dos veces al año, como parte de los programas del ciclo primavera-verano y otoño-invierno.
Recientemente, el museo exhibe, estudia y difunde el arte mexicano e internacional comprendido entre el siglo XVI y la primera mitad del siglo XX, aportando experiencias novedosas para la comprensión y goce estético de sus colecciones y exposiciones en el público. El acervo del museo se compone de más de 3,000 piezas y posee una superficie de exhibición de 5,500 metros cuadrados.
El recorrido comienza con las primeras manifestaciones del arte de la pintura occidental en América y el nacimiento de la Academia de San Carlos y continúa con temas como el trasplante y asimilación de los valores de la pintura europea; la pintura de mediados del siglo XVII; la pintura virreinal; un esbozo del pensamiento del nuevo Estado Mexicano; la definición de la identidad patria mediante construcciones alegóricas religiosas, políticas y culturales; la Escuela Nacional de Bellas Artes; el retrato del México independiente; el paisaje del siglo XIX; fotografías de la sociedad del liberalismo; Julio Ruelas y José Guadalupe Posada como expresiones paralelas de la modernidad; estampa del siglo XIX; la Revolución Mexicana; el movimiento muralista; la vanguardia nacionalizada; y fotografía del siglo XX, entre otros.
Además, el recinto puso a disposición del público –desde el 2 de septiembre de 2014– la exposición permanente “José María Velasco. Perspectivas de una época”, como parte del programa curatorial MUNAL 2000. Se trata de 56 obras de Velasco de las 100 que componen la muestra, entre las que destacan sus óleos, que son los más trascendentales; también hay una serie de acuarelas y dibujos que son muy importantes, ya que estos nos enseñan todo el proceso creativo del pintor.
Visitar el museo es una gran oportunidad para celebrar nuestra historia, nuestra nacionalidad y nuestra gran riqueza e identidad cultural.
Conoce más del Museo Nacional de Arte en:
http://www.mexicanisimo.com.mx/tienda/numero-40/#revista-40