Desde aquel memorable 17 de enero de 1974, la Cineteca Nacional ha sido un espacio importante de proyección para el cine nacional e internacional en la Ciudad de México. Albergue de miles de historias, este santuario para cinéfilos se ha caracterizado por ser el centro de reunión para fanáticos y escaparate de grandes productores cinematográficos como Stanley Kubrick y Andzrej Wajda.
Inaugurada en uno de los foros de los Estudios Churubusco (actual sede del Centro Nacional de las Artes) y adscrita a la Dirección de Cinematografía de la Secretaría de Gobernación, la Cineteca estaba integrada por dos salas abiertas al público: Salón Rojo y la Sala Fernando de Fuentes, en honor al guionista y productor de El compadre Mendoza (1933), el primer filme que se reprodujo en la casa del séptimo arte.
El 24 de marzo de 1982, cuatro años después, fue un día que quedó marcado en la memoria de los mexicanos que, esa tarde, mientras cientos de personas veían La tierra de la gran promesa (1975) del polaco Wajda, de manera repentina salió fuego de la pantalla de la Sala Fuentes.
Una de las bóvedas que guardaba 2,000 rollos de película a base de nitrato de celulosa, propagó el fuego por todas las instalaciones. Después de 16 horas, las llamas consumieron más de 6,000 cintas, el 99 por ciento del archivo fílmico nacional y extranjero que resguardaba la institución.
Meses posteriores al incendio y con la creación de un Comité pro-Reconstrucción de la Cineteca, se buscó un espacio para la reubicación del recinto. El lugar elegido fue la Plaza de los Compositores de la avenida México-Coyoacán, en el pueblo de Xoco al sur de la ciudad. Inaugurado el 27 de enero de 1984, la nueva sede de la Cineteca, poseía cinco bóvedas para la preservación del acervo fílmico y no fílmico, así como un Centro de Documentación e Investigación, responsable de catalogar, clasificar, conservar y difundir publicaciones; asimismo, contaba con cuatro salas de exhibición con una capacidad para 550 espectadores cada una.
Una década después de aquel incidente, la Cineteca inició la construcción de cinco bóvedas más para el almacenamiento del acervo con los controles de seguridad, temperatura y humedad que la Féderation Internationale des Archives du Film (FIAF) exige a todos los materiales técnicos de cine.
Tiempo después, en 2012, la Cineteca Nacional cerró sus puertas al público para iniciar uno de sus proyectos más ambiciosos de remodelación y ampliación. En un primer momento, se tenía prevista su reapertura en agosto de ese mismo año, aunque se pospuso hasta el 7 de noviembre.
La reapertura inició por etapas. En la primera de ellas, se inauguró el Foro al Aire Libre “Gabriel Figueroa”, con la proyección restaurada de Tiburón (1975), un clásico de Steven Spielberg; mientras que en la Sala 7 “Alejandro Galindo”, se realizó la premier nacional de la cinta mexicana El sueño de Lú (2011), de Hari Sama.
Sin embargo, aún hay espacios pendientes para la difusión cultural en México. Entre ellos, están el Museo de Cine, la Videoteca y el Cerebro Digital de la Imagen, todos estos sin una fecha precisa de inauguración.
Te invitamos a visitar este espacio recreativo, una propuesta visual de punta, un edificio admirable y un ejemplo más de la vanguardia arquitectónica y cultural de nuestro país.