Por Ali López, desde Los Cabos
Los Cabos están de pie, y una manera de demostrarlo, es el festival Los Cabos International Film Festival, que llega a su tercera edición, la mejor de todas, dicen. El CIFF se caracteriza por ser el festival latinoamericano que otorga más dinero en premios, por lo tanto, no había mejor manera de iniciar el evento que nombrando a los ganadores del premio que concede la Fundación Gabriel Figueroa, quienes no dejaron pasar la oportunidad de dar su punto de vista acerca de la situación política y social del país, punto de vista, que compartieron la mayoría del público asistente. Además, Chaz Ebert, recibió el homenaje póstumo a su afamado esposo, Roger Ebert. Bastante conmovida dio las gracias a organizadores y asistentes, y aseguró que el difunto crítico estaría muy feliz de saber que Los Cabos, y México, lo tienen en su memoria.
Pero era momento que iniciara el plato fuerte del menú: el cine. Reese Witherspoon, actriz ganadora del Oscar, acudió al estrado, bastante orgullosa y feliz, a presentar Wild (Jean-Marc Vallée, USA-2014) filme que inaugurara el festival. Wild nos narra la historia de Cheryl Strayed, mujer que decide recorrer a pie la costa Pacífico de Estados Unidos, de México a Canadá, para dominar demonios, olvidar sus males y tratar de encontrar las respuestas a preguntas que la hieren en lo más profundo. ¿Por qué dejó de ser lo que era? ¿Por qué murió su madre? ¿Por qué engañó al hombre que, creía, amaba?
Podría decirse que Wild es una road movie, una cinta de camino, de viaje, de introspección y evolución. Una road movie a pie, con el cuerpo humano utilizado como vehículo, y la naturaleza como entorno profundo y místico. Es cierto que el salvaje camino va interponiendo barreras y obstáculos en el camino, pero en el interior de Cheryl, es donde se encuentran las mayores barreras, y los barrancos y abismos más profundos. Un pasado que poco a poco se nos va aclarando, así como los motivos y causas de esos actos, se van despejando en el interior de la protagonista. Witherspoon carga sobre sus hombros todo el peso de la trama, y al igual que el papel que interpreta, lo dota de coraje y grandeza; nos entrega una interpretación adulta, concreta, y que nos hace admirarla y quererla. El paisaje y la naturaleza son los otros personajes que complementan el cuadro fílmico, y son retratados por Yves Bélanger de maneja prodigiosa, sin llegar a ser preciosista.
Jean-Marc Vallée se enfila a ser uno de los directores más consentidos de nuestra época, con un lenguaje y un tono en buena forma, que está muy al servicio de la Academia, y las salas de cine comerciales, pero que no abandona la estética, y muta en lo conveniente a su cinta y su tema, claro, sin dejar de tener su propia huella. Wild es una apuesta interesante, un film, que como todo film de viajeros, nos invita a caminar a lado del personaje. Ahí por las tierras que recorre, pero también por las rutas internas, suyas y nuestras, buscando encontrar respuestas.
Empiezan Los Cabos Film Festival, con la vara muy en alto, veremos, que nos va deparando.