Club sándwich, la sutil comedia que le valió al mexicano Fernando Eimbcke (Temporada de patos, Lake Tahoe) la Concha de Plata a Mejor Dirección en el festival de San Sebastián, se estrenará por fin en México este jueves 20 de noviembre. Protagonizada por María Renée Prudencio, Danae Reynaud y Lucio Giménez Cacho, la cinta llamó la atención a lo largo del 2013 por su elenco reducido y economía de recursos, así como por el humor “minimalista” con el que logra contar el conflicto de una madre, quien se enfrenta a una verdad irremediable: su hijo, que crece día con día, no le pertenece ya.
Lo que en un inicio empezó como un proyecto sobre el despertar sexual de un adolescente, se convirtió en manos de Eimbcke –quien también escribió el guión– en una historia sobre el apego que suele acompañar al amor filial. Según el realizador, las diversas experiencias de algunas de sus amigas, madres de adolescentes, sirvieron de referencia para crear la historia de Paloma (María Renée) y su hijo Héctor (Lucio Giménez Cacho), quienes aprovechan la temporada baja para encerrarse unos días en un hotel costero que está casi vacío. Sin embargo, la presencia de Jazmín (Danae Reynaud), una adolescente que también se hospeda ahí, rompe con el dúo y desestabiliza la complicidad entre madre e hijo.
El protagonista del conflicto no es, sin embargo, el idilio vacacional que viven los dos adolescentes, sino lo que la madre siente al respecto, algo con lo que la actriz María Renée pudo identificarse: “El proceso de los padres es mágico y a la vez agridulce. Cada día estás perdiendo a tu hijos porque se están convirtiendo en ese ser que van a ser independientemente de ti. Trabajar con Lucio me llevó a la última gran escena del adiós, ese que les estás diciendo cada día de forma suave. Uno como padre lo que hace es preparar a un ser para que te deje. Entonces, aunque no me preparé en ese sentido para el papel, digamos que tenía esa nostalgia entendida”, dijo en la presentación a los medios.
Club sándwich es una película que economiza en elenco, diálogos y locaciones, por lo cual uno de los nombres que resalta en los créditos es el de Eugenio Caballero como encargado del diseño de producción, ganador del Oscar por su trabajo en El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006). “Un día nos reunimos entre amigos y Eugenio me dijo que quería trabajar conmigo. Hizo una labor impresionante. Cuidó meticulosamente cada línea, cada planta, cada color”, comentó Eimbcke.
Según el director, quien anteriormente se ha confesado opositor del llamado “estilo del cineasta”, la película es el producto de un continuo trabajo en equipo, en cuyo proceso creativo participaron todos, a fin de moldear la historia y a los personajes poco a poco. “Muchos de los personajes se construyeron con música. Empecé a hacer un playlist y cuando llegamos al hotel se los puse y les dije a los actores: esta es la historia musical de su vida. Eran cosas muy prácticas, no fue como que nos sentábamos por horas a crear a los personajes. Todo fue muy orgánico. Lo mismo con el personaje de Danae. También fue impresionante cómo el vestuario cambiaba al personaje. Nos pasamos horas buscándolo”, platicó.
Este proceso de descubrimiento fue para la actriz María Renée– también guionista de la película Tercera llamada– una experiencia diferente: “Tercera llamada es una película verborreica, por lo cual llegar al mundo lacónico de Fernando fue un shock. Fue una experiencia de aprendizaje enorme el entender cómo se narra no sólo a través de la palabra, sino a través del sonido, la fotografía, el cuadro. Aprendí muchísimo cómo colaborar con los demás departamentos. Aprendí también a salir de la palabra y de la mente para escuchar, y narrar de una manera mucho más amplia pero económica a la vez. Hasta como guionista fue muy enriquecedor”, señaló.