Campeche es una ciudad envuelta de historia. Sus calles, su arquitectura, sus fuertes, el mar que lo rodea han sido escenarios de fascinantes acontecimientos que han inspirado la creación de diversos relatos y narraciones. Tal es el caso de la antología de cuentos Campeche a través de sus leyendas que, como bien indica el título, nos permite conocer esta ciudad a partir de las historias de personajes tales como piratas, mujeres hermosas, marineros, hombres acaudalados e incluso hechiceras y seres mágicos.
Es así que cada uno de los cuentos tiene un lugar y un tiempo determinados: Campeche durante los siglos XVII y XVIII, época en que esta ciudad se vio acechada constantemente por corsarios y piratas de todas partes del mundo. Tal fue la trascendencia de estos personajes en la historia de Campeche, que hoy día perduran a través de grandes leyendas, como sucede con los relatos de “Doña Inés de Saldaña”, “Don Rodrigo de Córdova” o bien “El caballero águila”, narraciones en donde la historia se mezcla con la ficción y nos ofrecen una suerte de leyendas, en las cuales el carácter bárbaro y sanguinario de los piratas se ve opacado por la muestra de afectos que sienten hacia las bellas hijas de importantes hombres avecindados en Campeche. Sin embargo, siguiendo el esquema narrativo de los grandes libros de caballerías, la concreción del amor se ve frustrado por la no aprobación de los padres de las damas y, en consecuencia, el pirata-caballero lucha y mata a su contrincante. La resolución de la disputa nunca es favorable y el amor jamás es alcanzado por estos hombres.
Otro motivo que inspiraba a los filibusteros a cruzar fronteras marítimas, fueron, por supuesto, el dinero y los grandes motines que, como se narra en “El tesoro del pirata”, muchas veces siguen a la espera de ser descubiertos y rescatados por algún aventurero ambicioso. Es en cuentos como éste donde la geografía y el mar campechano no son sólo el escenario de las acciones, sino que se vuelven personajes dentro de la narración, son los que desatan las peripecias de estos piratas.
La religión es otro tópico que aparece en estas leyendas campechanas. Recordemos que el momento histórico en el que se sitúan es la Colonia, donde la fe cristiana representaba un papel hegemónico en la vida de todos los habitantes. De esto no se excluían algunos piratas como lo fue el joven Román, quien al descubrir que su nombre respondía al del Santo Cristo de San Román, experimenta una suerte de enojo, pues este santo amparaba y protegía a los marinos y barcos, impidiendo que el sanguinario pirata concretara sus fechorías. De tal modo que, en un arranque de furia y a hurtadillas, acuchilla la imagen sagrada. No obstante, la culpa hizo su aparición y, finalmente, Román decide ofrendar al santo un cuchillo de oro cuyo puño tenía inscrito: “Nadie puede vencerte”, frase con la que concluye el cuento, confirmando y reforzando que la maldad, en este caso la del pirata, siempre será vencida por la bondad de lo sagrado y lo religioso.
Finalmente, la lectura de estos relatos populares nos ofrece una imagen de Campeche que oscila entre la historia y la ficción, entre personajes reales e imaginarios que envuelven a esta ciudad de una magia latente y fascinante.